domingo, 22 de diciembre de 2013

Principios básicos de la cocina macrobiótica



El 50 por ciento del total de los alimentos diarios son los cereales como el arroz, la avena, el trigo, el mijo, la cebada, el centeno, el cuscús y el maíz. Precisamente los cereales integrales son quienes más se acercan al equilibrio ideal. Un 25 por ciento más se lo llevan las verduras cocidas, y el 15 por ciento del total de la comida del día lo ganan las legumbres.

  Transformar algunos hábitos que rompen con lo aprendido, por ejemplo las bebidas se toman después de las comidas, no durante.

   Saber diferenciar los tipos de alimentos: los yang pertenecen al reino animal, y los yin, son los del reino vegetal. La sal marina, un alimento yang, equilibra los platos.

  Los alimentos que deben evitarse según la alimentación macrobiótica son: los azúcares refinados, las carnes rojas, las grasas animales, como manteca y los lácteos. Claro que el tema no se circunscribe a carnes, leche y dulces, también algunas verduras son excluidas de la rigurosa lista: berenjenas, papas y tomates.

  Otros casos son las especias fuertes y picantes, lo mismo que algunos condimentos intensos y ciertos alimentos industriales. Las frutas no son la excepción a la regla, particularmente las cultivadas con abonos químicos. Lo mismo sucede con los alimentos con conservantes y colorantes.

  Por último, algunas claves para no arruinar tantas previsiones: evitar los alimentos que no son de estación ni de lugares lejanos; no a los ingredientes químicos; reducir la ingesta de líquidos; y masticar cada bocado por lo menos 50 veces.


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